sep 7, 2020
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8 de septiembre, Día de la Diáspora Vasca

LA DIÁSPORA VASCA
César Arrondo, Profesor de Historia en la Universidad Nacional de La Plata

La conformación de lo que hoy denominamos “diáspora vasca”, ha sido el producto de las sucesivas oleadas inmigratorias hacia todo el mundo, y a nuestro país en particular. En este sentido, podemos distinguir tres etapas de inmigración vasca a la Argentina:

1) Inmigración no institucionalizada: ésta tuvo lugar desde la formación del Virreinato del Río de La Plata, y hasta la etapa de la Organización Nacional (1.853). En este período, encontramos inmigrantes vascos que llegaron a estas tierras como comerciantes, marinos y pastores de ovejas. Esta última actividad fue desarrollada sobre todo en la Provincia de Buenos Aires, a partir de 1853, cuando en nuestras pampas se dio un fenómeno comercial: “el comercio de la lana”, ante los requerimientos del mercado británico con el fin de abastecerse de ese recurso para sostener el desarrollo de su industria textil. También, en la Provincia de Entre Ríos encontramos una temprana inmigración vasca que se dedicó, mayoritariamente al desarrollo de las tareas rurales.

2) Inmigración Institucional: Fue la que tuvo lugar entro los años 1876 y 1930, cuando se aprobó la Ley Nacional de Inmigración en la República Argentina. La Ley 817, cuyo propósito, fue atraer a gente de Europa con el fin de poblar estos extensos territorios. En este sentido, una legislación nacional posibilitó el marco necesario para llevar adelante una política migratoria ligada a los intereses del Estado Nacional. A tal efecto, se montaron oficinas con el fin de atraer a estas personas para que vinieran a habitar nuestro país. A este universo migratorio, se les ofrecieron algunas posibilidades como por ejemplo: los pasajes, la promesa de que a su arribo al país podrían acceder a una parcela de tierra para cultivar. Es en ese período, donde se produjo el grueso de la inmigración a la Argentina, unos seis millones de personas arribaron al país, y por ende, también constituyó el mayor volumen de la inmigración vasca nuestra Patria. De la Ley de inmigración antes mencionada, resulta importante destacar el artículo 45, donde se establece: “Todo inmigrante siempre que acredite suficientemente buena conducta, y amplitud para el desarrollo de cualquier industria u oficio útil, gozará del derecho a ser alojado, mantenido a expensas del Estado argentino durante cinco días siguientes a su desembarco”

3) Inmigración pos Guerra Civil española: en esta etapa, podemos apreciar, como la llegada de vascos volvía a recobrar importancia ante los hechos ocurrido en la península ibérica, donde se había consolidado el régimen franquista. Ante esta situación, muchos vascos tuvieron que refugiarse en otros países, como por ejemplo la URSS, Francia y el Reino Unido, mientras que América, también fue un lugar elegido por los exiliados vascos, y la República Argentina en particular fue uno de los principales destinos elegidos para establecerse.

Estos inmigrantes vascos conjuntamente con los argentinos vascos, en diferentes momentos del siglo XIX, XX y XXI, fueron organizándose institucionalmente, dando lugar a la fundación de centros vascos. Estas casas vascas, cumplieron diferentes roles a través de la historia, siendo lugares de acogida y sociedades de socorros mutuos, las más antiguas, que datan de fines del siglo XIX tuvieron ese rol, dar acogida al recién llegado. Con el correr del tiempo, y finalizada la etapa de la gran inmigración, fueron actualizándose para convertirse en sociedades civiles, de acuerdo a las legislaciones vigentes, donde desarrolla su actividad el colectivo vasco organizado, que hoy cuenta con más de 100 Euskal Etxeas, cuya función o rol, fue y lo sigue siendo, preservar y difundir la cultura, los principios y valores del pueblo vasco, que se resumen en: el Trabajo, la Tenacidad y la lucha por la Libertad.



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